sábado, 24 de julio de 2010

Felicidad

En realidad es un momento. Una sutileza matizada en lo cotidiano de cada día.
Un mensaje inesperado. Esa canción que entono de memoria y jamás olvido.
Tu voz tranquila en todos mis rincones. Y como un instante sucede al otro y se repiten en ciclos infinitos. Mientras quizás, afuera llueve.
Y mi espíritu libre, lo siente…

jueves, 22 de julio de 2010

Impresiones


Atardecer frente al Nilo, de un día cualquiera. En un año en el que todavía soy joven.
Se mueve incesante. Arrastra a las falucas y a las palmeras en el horizonte.
Me arrastra a mí, que todavía no quiero volver. Extasiada de Luxor. Embriagada de El Cairo, en el auto de Ahmed, rumbo a Giza.
La mayoría me sonríe con pocos dientes, con muchas arrugas y con ojos de profundo negro. De profundo verde. El Mar Rojo les ha teñido la piel Nubia.
La grandeza faraónica se perdió en el tiempo… y vive para siempre en la arena del desierto.

Medio Interno

Baldomero le ha escrito un soneto a “Tus vísceras”, y desde entonces me ha robado toda inspiración.
Podría escribir sin embargo, sobre tu medio externo y sería todo más fácil, ya que allí te encuentro todos los días. Pero no es la mitad que me intriga. Es la que todos ven. Y yo no soy todos. Yo soy yo. Ya sabes.
Como parte de mi experimento, exploraría por lo recóndito de tu sistema límbico, en busca de tus emociones reprimidas. Descifraría tu ADN como un acertijo o instilaría mi tinta para perfundir en tus arterias y recuperarla, para traducir luego los secretos que te ocupan.
Y no me conformaría con una radiografía de tu esqueleto. Había pensado mas bien, en una disección minuciosa de tus fibras miocárdicas… pero que picardía dejarte sin latidos, justo a vos.
Entonces, sublimando mis intrigas, decido cultivar la paciencia que me hace falta, y dejar que te reveles por vos mismo, como quien sin querer, lo hace… descubriéndose; para mi.

miércoles, 14 de julio de 2010

Crónicas terrestres

Porque necesariamente (pero no en forma exclusiva) lo extraterrestre implica lo intraterrestre. Y otros lugares que medio distan entre la tierra y el espacio.
Ella decidió desprenderse de alas y escamas, y comenzar a echar raíces.
En actos autómatas y deliberados de toda razón, releyó las palabras que le había escrito y mientras recopilaba entre todas las imágenes archivadas en su retina… lo descubrió… manso y brillante. Único en su especie. De colores vivos y energética presencia. No entendía como no había reparado en él. Y menos aún, como existía en ese cielo tan lejos. Pero no se juzgó y aceptó que lo insólito de los hechos respondían a un plan supremo, al cual todavía desconocía. Y no sintió ansiedad como antaño. Dejo fluír su alma como el antiguo río en el cual moraba, lo hacía hacia el mar. Y por primera vez fue felíz, sintiéndose esencia de la tierra misma: casi terrenal…

viernes, 9 de julio de 2010

Imagino

Que sos un astronauta pisando mi luna. Que lejos de quedar en Valencia, se sitúa entre las cuatro paredes de mi casa. Donde también hay un patiecito interno de paredes de ladrillo, con madreselvas que trepan. Y todo de a poco se torna amarillo, porque es Abril y el otoño empieza a insinuar. El viento vino a volar tu música, hacia la habitación desde la cual te estoy mirando. Y mi pensamiento también parece suspenderse en el aire. Como cada vez que te miro.
Es que de un tiempo a esta parte, se me ha dado por imaginarnos, por fotografiarnos en blanco y negro y también en sepia, por hacer castillos en el aire y sonreír sola.
Vos, que lo ignorás todo, mientras tanto, me observás callado y pensativo. Y no entendés de qué me río.

sábado, 3 de julio de 2010

¡Con el vuelto no eh!

Chino querido… nos llevábamos tan bien… tenés el local limpito, nunca falta nada, me decís “hola” en un castellano casi entendible… hasta te perdonaba tu Honda Civic con alerón de aluminio y tus uñas creciditas (y eso, es mucho)…
Pero hoy me enojé ¡¿que es eso de querer darme el vuelto con caramelos?!